lunes, 24 de marzo de 2014

CUANDO LOS GALLEGOS DECIDEN LUCHAR

Galicia, siglo XV, plena Edad Media. Parece que no podría ocurrir nada digno de mención, ¡pero vaya si sucede! Se trata de una de las primeras rebeliones populares contra el régimen feudal: A Revolta Irmandiña.

Es un tiempo difícil para la Península Ibérica, en el que Galicia formaba parte de la Corona de Castilla, constituyendo una parte muy importante de ella. El, por aquel entonces Rei de Castilla, Enrique de Trastámara, impone una alta nobleza foránea, cuyos miembros más destacados son son los Osorio en Monforte de Lemos y Sarria, los Andrade en Pontedeume, los Moscoso en Vimianzo, los Sarmiento, los Ulloa o los Sotomayor. Todos ellos intentan enriquecerse rápidamente y para ello, cobran impuestos abusivos y cometen innumerables injusticias. Los campesinos estaban atemorizados. No se atrevían a salir de sus propias casas para cultivar las tierras y dormían juntos en las iglesias por miedo a posibles represalias. Veían como saqueaban sus ganados y cosechas, secuestraban a los labradores más ricos para cobrar, posteriormente, el rescate y violaban a sus mujeres e hijas. La clase alta había perdido toda su clase, convirtiéndose en malhechores. Y lo que es aún peor, la justicia también había desaparecido. Tan comunes llegaron a ser éstos actos atroces, que estaban dentro de la legalidad. Cada señor feudal levantaba su propio castillo y actuaba como si de un pequeño reino se tratase.

Roi Xordo, lider da Irmandade Fusquenlla.
Después de un tiempo que pareció una eternidad, la situación se volvió insoportable. Ya no aguantaban más. A todas éstas injusticias había que sumarle años consecutivos de malas cosechas y pestes. La población mermaba cada vez más. Sin embargo, por una vez, los gallegos no decidimos emigrar, sino luchar. De modo que los campesinos unieron sus fuerzas con la baja nobleza, la cual, había perdido parte de sus poderes y, como si de un volcán entrando en erupción se tratase, los Irmandiños se organizan y toman el poder. Encuentran su lider en Roi Xordo, que dirige A Irmandade Fusquenlla, la cual se inició en las tierras de los Andrade e iba contra la gran dureza con la que Nuno Freire de Andrade (uno de los más odiados, conocido como O Mao), trataba a sus vasallos y, posteriormente, éste movimiento se extendió a los arzobispados de Lugo, Mondoñedo y Santiago de Compostela. Es en éste último lugar cuando se ven obligados a dar marcha atrás, ya que se topan con el ejército del arzobispado, más numeroso y mejor preparado. Años depués, viendo que la situación se mantenía en el tiempo y que la peste cada vez se cobraba más víctimas, los irmandiños vuelven a organizarse originándose una dura guerra que dura 2 años, conocida como A Gran Guerra Irmandiña. Ésta vez, los jefes del movimiento son Pedro de Osorio en el centro de Galicia, Alfonso Lanzós en la zona Norte y Diego de Lemos, en el Sur de la provincia de Lugo y Norte de Ourense. Durante éste tiempo, los nobles son desterrados y todos los castillos existentes en Galicia, alrededor de unos 130, derribados. ¡Ni un sólo símbolo de poder quedaría en pié! Todo un auténtico movimiento ideológico propulsado por una mentalidad justiciera y antiseñorial y una hermandad, A Irmandade Xeral, formada por 80.000 efectivos. 

Pedro Madruga, lider por la sucesión del Reino de Castilla.
No obstante, ésta gran historia de valor no tuvo el mejor de los finales. Y es que todo comienza a torcerse cuando Pedro Madruga, noble desterrado a Portugal, inicia desde allí un ataque feudal. Cuenta con el apoyo de nobles y del arzobispo de Santiago de Compostela, y lo que es clave para la victoria: una mejor maquinaria de guerra. Finalmente, los Irmandiños son derrotados, dando muerte a sus líderes y aquellos que quedan con vida, son obligados a reconstruir las fortalezas y castillos que, con tanto esfuerzo y sudor, habían derruido. ¿Podría existir algún castigo peor? 

Habríamos perdido la guerra, pero conservado el honor, y es que cualquier acción es mejor que no hacer nada.

Dejo el enlace a un trabajo de Carlos Barros, profesor de Historia Medieval en la Universidad de Santiago de Compostela, en el que se profundiza sobre el tema.
http://www.h-debate.com/cbarros/spanish/revuelta.htm

1 comentario:

  1. Cuanto más condicionan y modelan al ser humano, en este caso al gallego, más manso se vuelve. Seguro que si ese nervio que tenía la gente estuviese hoy con nosotros, la crisis sería menos crisis.
    Un libro magnífico que habla de este y otros temas, de lo locos que están estos gallegos, es "Otra idea de Galicia", de Miguel Anxo Murado. Un librazo.

    A ver si decidimos denuevo luchar.
    Buena entrada!!.

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